VIDA DIARIA
LIC. ROSA ELENA GONZÁLEZ HERNÁNDEZ
Así, nomás no se puede.
En nuestro país los políticos se acusan unos a otros de ser corruptos, delincuentes, rateros, mentirosos y vividores de la necesidad, hoy día hasta lo gritan en la Cámara de Senadores en sus acaloradas discusiones donde los legisladores utilizan la tribuna más alta del país, sin el menor respeto al recinto, para exhibirse entre ellos sus actos de corrupción.
Faltan buenos legisladores y sobran corruptos, lo peor es que está visto que cuando un político es enjuiciado no es precisamente por el mal que le hizo a su gente, por haber defraudado la confianza del pueblo u ofertado la tranquilidad del país sino por ajuste de cuentas políticas, esa es la cruda realidad.
Bueno, incluso recordemos que un Presidente de la Nación, ENRIQUE PEÑA NIETO, dijo que la corrupción en nuestro país era un asunto cultural y para erradicarla primero se tendría que reconocer que existe, el problema es que difícilmente los encumbrados reconocerán que son corruptos, entre ellos, cuando son del mismo partido, socios o cómplices se cubren sus acciones corruptas por así convenir a sus intereses.
De hecho, está confirmado que muchos de ellos, políticos corruptos, hasta los premian con una diputación o una curul en el Senado, para muestra ahí tiene usted a FELIX SALGADO MACEDONIO, NAPOLEON GOMEZ URRUTIA o MIGUEL ANGEL YUNES, tan solo por mencionar unos de los muchos a los que hasta los de su mismo partido, cuando no eran afines, les acusaban de corruptos y hoy siguen disfrutando de las mieles del poder.
Lo anterior viene a colación porque el lunes próximo, 9 de diciembre, es el Día Internacional Contra la Corrupción, y la pregunta es, ¿se requerirá solo de un día para combatirla?, claro que no, de hecho, y con todo que se han creado organismos anticorrupción, ésta campea libremente en todo el mundo, México no es la excepción, por lo tanto, no hay mucho que celebrar.
Tal parece que la corrupción es cuento de nunca acabar, administraciones llegan y se van y todo sigue igual. En China hace unos años aprobaron la pena de muerte para políticos corruptos, los que trafican con influencias y visten de impunidad a personajes que lucran con la necesidad del pueblo y la seguridad de los ciudadanos, entre otras acciones reprobables, pero además por las violaciones a los derechos humanos.
¿Cómo con cuantos políticos nos quedaríamos en México si se aprobara en nuestro país una ley similar a la China?, quien sabe, seguro es que serían contaditos.
Y es que, hasta por las acusaciones que ellos mismos se hacen, está visto que en México lo que sobran son políticos, de todos los colores y sabores, con serios cuestionamientos de corrupción, bueno, en todos los niveles, hasta por hacer un trámite que se supone no debe tener costo, hay quienes cobran con el argumento de que aceleraron el proceso, aunque en estos últimos la ciudadanía que acepta los dichosos moches o mordidas es parte de la corrupción, pues la fomenta en lugar de acatar las normas.
Bajar los índices de corrupción, porque acabar con ella se ve imposible, sería una cuestión de educación, respeto, que no se infringieran las leyes. En China fueron al extremo, pero si en nuestro país fueran más estrictos en los asuntos de corrupción la ciudadanía seria menos participativa o permisiva en ese rubro, los políticos y funcionarios realizarían su función correctamente, estos últimos le pensarían antes de echarle mano al erario público.
Claro, para que aplique en China la pena de muerte a los políticos corruptos tiene que quedar bien asentado, comprobar todas sus fechorías, pero también que todo sujeto a investigación puede iniciar desde un simple señalamiento y si las evidencias saltan a la vista será un hecho que procederá el enjuiciamiento de inmediato. ¿Usted cree que sea posible ese proceso en México?
Apegado a la verdad se duda, es un hecho que la mayoría de las veces pagarían justos por pecadores, los montajes y cambio de evidencia estarían a la orden del día y ahí se vería otro método de corrupción.
En fin, la situación es que hoy lunes, 9 de diciembre, es el Día Internacional contra la Corrupción, pero la verdad no hay mucho que celebrar pues todos los días redes sociales y medios de comunicación dan cuenta de actos corruptos de políticos encumbrados, la percepción ciudadana al respecto no es diferente, 8 de cada 10 personas consideran que la corrupción no disminuye, aumenta, que faltan buenos políticos y servidores públicos y sobran corruptos, con el agregado de que muchas veces la ciudadanía también es parte de la corrupción, y así, como dijera Cantinflas, pues nomás no se puede…